Redacción
El doctor Óscar Javier Jarquín Rodríguez celebró ayer su acto de jubilación como catedrático de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, después de 32 años dedicados a la formación de nuevos juristas comprometidos con la ley y apasionados de la justicia.
Familiares, autoridades, colegas, alumnos y amigos fueron testigos de este importante acto académico celebrado en la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa del centro de la capital oaxaqueña.
Acompañado de su esposa, la doctora María Elena Villa de Jarquín y de su hijo, el empresario Óscar Javier Jarquín Villa, el doctor Jarquín Rodríguez escuchó, en un primer momento, las palabras de aprecio y reconocimiento que le expresaron sus colegas y amigos, el licenciado Pedro Celestino Rodríguez; el doctor Isauro Vázquez Carreño; el maestro Gabriel Oropeza y el licenciado Juan Manuel Sánchez Moreno, quienes destacaron su impecable desempeño en la abogacía, así como su personalidad apasionada, comprometida, competitiva, tenaz y de liderazgo, atributos que lo han llevado a consolidarse como uno de los juristas más importantes de la actualidad.
Posteriormente, el doctor Jarquín Rodríguez recibió un reconocimiento de manos de la licenciada María Eugenia Villanueva Abraham, presidenta del Poder Judicial del Estado de Oaxaca, quien lo definió como un apasionado del derecho y un ejemplo de rectitud para la comunidad jurídica y las futuras generaciones.
En este importante acto académico también estuvieron presentes el licenciado Héctor López Sánchez, abogado general UABJO, quien le agradeció sus enseñanzas y su compromiso con la vida universitaria: así como la maestra María Isabel Ocampo Tallavas, responsable del cuerpo académico Jurisprudencias, misma que exaltó la admirable labor del doctor Jarquín Rodríguez en la enseñanza académica y reconoció su trayectoria ejemplar, así como las importantes aportaciones que el jurista ha hecho a la comunidad universitaria, como el Centro de Investigaciones Jurídicas de la UABJO.
Por último, el doctor Jarquín Rodríguez agradeció las muestras de afecto y admiración, y exhortó a los presentes a luchar desde la trinchera de la abogacía para que en Oaxaca se respete y se ejecute la norma; unir fuerzas para que los principios y valores no se sigan olvidando, y se pongan en alto para que junto con el amor por Oaxaca, el ejercicio del derecho pueda realizarse conforme a la enseñanza de don Benito Juárez, quien fue sabio al decir que “El respeto al derecho ajeno es la paz”.