Alexi Espinoza
Su vida no volvió a ser la misma desde ese 7 de septiembre de 2017, cuando estuvo a punto de morir aplastada por una viga, desesperada buscaba las llaves para abrir la puerta y salir de esa casa que se mecía y amenazaba con caer completamente sobre su cuerpo.
Desde esa noche Lugarda Charis, hija del general Heliodoro Charis Castro, vive entre sobresaltos, pues no para de temblar en el Istmo de Tehuantepec. Plática que su hija la regaña, cuando con temor reconoce un movimiento de la tierra y sale tan rápido como los años le permiten escapar al patio o la calle, aunque de su hogar solo queda una parte, que está en condiciones inhabitable, y el resto se cayó.
Esa casa histórica, construida por el general juchiteco, llena de recuerdos, ha de ser demolida, asegura, pues a pesar de que muchas personas quisieran que fuera rescatada, ni el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ni el municipio, ni el Estado, de Oaxaca, tienen recursos, por lo que pide ayuda no para reconstruirla, sino para tirarla; ya que es un peligro dice, para todos los que caminan cerca de ahí para ir al mercado, al centro, pero incluso para los niños que acuden a estudiar enfrente, en esa recién construida escuela Juchitán, que la anterior que se cayó, también fue edificada por su papá.
Ahí, ahora sentada en la pequeña cocina del cuarto donde vive, recuerda nuestro primer encuentro, en la calle, frente a los escombros de su casa, sentada junto a sus vecinas, con las pocas cosas que lograron rescatar en ese momento.
Ahora están haciendo mi casita, señala, más chiquita y sencilla, me da miedo hacer una construcción grande y que se vuelva a caer, porque aquí no para de temblar.
https://youtu.be/Y83xUOTWmho
