Redacción
Uno de los recursos más usados en los hogares y los negocios es el gas y por eso es muy importante cuidar, revisar y verificar las instalaciones en tanques portátiles y estacionarios, para evitar accidentes que pueden llegar a ser fatales.
Vamos a empezar con los tanques portátiles: lo primero que tenemos que hacer es con agua jabonosa, cerciorarnos que no haya fugas en la instalación. Es importante sustituir las tuberías de cobre dobladas o mal dobladas. Los cilindros portátiles deben colocarse en lugares abiertos y ventilados (nunca en lugares confinados). Evite colocar material combustible encima o junto a estos: bolsas de plástico, trapos, cajas, etc.
Para tanques estacionarios debemos por seguridad cambiarlos entre 2 a 5 años como máximo las válvulas principales: llenado, desfogue, alivio, etc.
Dar mantenimiento continuamente al tanque: pintura. Preferentemente proteger el tanque de la intemperie: sol, lluvia. Cuando te suministren gas no debe excederse del 85% de su capacidad.
Recuerda que la vida útil de los tanques estacionarios con mantenimiento continuo es de 20 años.
Si usted detecta alguna fuga debe apagar inmediatamente cigarrillos u otras fuentes de combustión. No encienda las luces, ni use teléfonos, celulares, radios de comunicación u otros aparatos electrónicos, ya que su funcionamiento genera chispas imperceptibles que pueden ocasionar una ignición o explosión. Abre puertas y ventanas para que el lugar se ventile y el área como medida precautoria.
Recuerde que como en cualquier caso la prevención es la mejor recomendación.
