Juan Antonio Ilescas
Por tener sobrepoblación y no garantizar medidas de salubridad, esta madrugada fue cerrado definitivamente el reclusorio regional de San Pedro Pochutla, convirtiéndose en el tercer centro de ese tipo que deja de operar en la entidad, pues en octubre y noviembre del año pasado fueron clausurados los reclusorios de Juchitán y Matías Romero.
Bajo estrictas medidas de seguridad adoptadas por la Secretaría de Seguridad Pública se realizó el traslado de los 214 internos que vivían hacinados en el reclusorio de Pochutla y que desde este día forman parte de la población del penal de Tanivet, en la jurisdicción del municipio de Tlacolula de Matamoros.
El inmueble no es apto para operar como centro penitenciario, ya que representa un riesgo para la población interna, además de albergar a un número considerable de internos, es decir, existe sobrepoblación.
Así lo reconoció la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social luego de recibir un dictamen de Protección Civil y del Sector Salud en el que se concluye que dicho espacio no tiene medidas de seguridad y salubridad para continuar operando.
En septiembre y octubre del año pasado fueron cerrados los reclusorios regionales de Juchitán y Matías Romero y ahora el de San Pedro Pochutla.
El penal de Tanivet ha captado una nueva población de casi 500 reos provenientes de esos tres reclusorios.