Redacción —
- Aunque la pandemia trajo en otros una mejor convivencia con sus padres o cuidadores al mejorar el tiempo de calidad.
Comer con cubiertos o no controlar el esfínter, son solo algunos de los retrocesos que han sufrido los niños en la Gran Bretaña.
Y es que el cierre de escuelas a causa del confinamiento por el coronavirus trajo en los menores, estragos serios en su aprendizaje.
Cinco reportes basados en lo encontrado en más de 900 visitas a proveedores de educación y atención social en todo Inglaterra desde septiembre, fueron publicados por la Oficina para los Estándares Educativos, Servicios y Habilidades para Niños, mejor conocida como Ofsted, incluido en ellos fue alarmante.
Algunos de los niños más afectados por las interrupciones ocasionadas por la pandemia fueron aquellos en sus primeros años de educación con padres que trabajan.
Otros olvidaron algunas habilidades básicas que habían dominado, como comer con cubiertos, sin mencionar la pérdida de los primeros progresos en palabras y números.
Mientras que también hubo quienes mostraron señales de ansiedad mental, que se manifestó en el aumento de desórdenes alimenticios y en el daño autoinfligido.
No todo es malo durante el confinamiento pues, por otro lado están los niños que, han pasado tiempo de calidad con sus padres y cuidadores.
Desde septiembre, todos los niños de Inglaterra han regresado a las clases presenciales, donde se busca recuperar el tiempo y las habilidades perdidas.