Maravillas de la naturaleza: rocas que penden de un hilo

Redacción

Existen misterios que ponen en duda la fuerza de la naturaleza o, que revelan que existen en ella algo que desafía la lógica convencional, un ejemplo de ello son las rocas encimadas entre las fallas de San Andrés y San Jacinto, en Estados Unidos, mismas que han soportado toda clase de movientes telúricos sin parecer moverse de su lugar.

Ante este enigma investigadores estadounidenses decidieron estudiar las rocas encimadas y descubrieron una separación entre ambas fallas la cual hace que el movimiento de los sismos se debilite o ‘salte’ entre una falla y otra, lo que provoca una vibración más fuerte alrededor de las rocas y no donde estas se encuentran, por esta razón no se caen.

Para llegar a esta conclusión, los expertos examinaron 36 formaciones rocosas, a las cuales tomaron medidas, calcularon su fragilidad y estimaron la fuerza que se necesitaría para inclinar las piedras y que estas caigan.

Además hicieron una simulación por computadora de tres posibles escenarios con diferentes magnitudes de sismos, utilizando el programa ShakeMap del Servicio Geológico de Estados Unidos.

Las piedras que analizaron se ubican en una zona de 7 a 10 kilómetros entre ambas fallas, en las montañas de San Bernardino. La falla de San Andrés recorre California de norte a sur a lo largo de 1,300 kilómetros y delimita la placa norteamericana de la placa del Pacífico.