‘Gota a gota’ una forma de extorsión exportada desde Colombia

Andrea Fenochio

Préstamos que alcanzan hasta el 15% mensual son los que ofrecen los llamados prestamistas informales conocidos popularmente como «gota a gota» o «agiotistas».

Salidas rápidas a deudas que a la larga se convierten en más que un dolor de cabeza pero que llegaron a México gracias a los carteles y grupos delincuenciales colombianos.

El fenómeno del ‘gota a gota’ nació a finales de la década de los noventa en la ciudad de Medellín, cuna de uno de los mayores carteles del narcotráfico en Colombia.

Así empezó la historia de cómo los más desfavorecidos de América Latina terminaron asfixiados por la presión o pagando su muerte a cuotas todo por pedir o recibir préstamos que parecen ser un sueño hecho realidad y a la larga se convierten en una terrible pesadilla.

Blanquear todo el dinero que ingresaba a Colombia como ganancias del narcotráfico era imposible.

Fue bajo esa premisa que surgióa la figura que hoy recorre las calles de los países de América Latina: el ‘gota a gota’, ‘chulco’ o ‘pagadiario’.

Una modalidad creada para el lavado de dinero, pero que condena a la esclavitud financiera a los más pobres del continente y que ahora está en 16 países, como lo revela una investigación realizada por El País.com.co

El País.com.co revela que aunque es imposible precisar la dimensión de este fenómeno, un informe realizado por la Universidad Central de Bogotá revela que el ‘gota a gota’ mueve diariamente $2.800 millones de pesos en Colombia; es decir cerca de un millón de dólares.

Uruguay es el último país en el que aterrizó este fenómeno, a comienzos del 2017.

Recuerda que, uno de los mayores riesgos de acceder a esta modalidad de préstamos informal y no regulado, es que los prestamistas para recuperar sus recursos en algunos casos recurren a medios coercitivos que pueden atentar contra la integridad de los prestatarios.

Por la recomendación es que acudas a instituciones financieras oficiales, en ellas no te garantizamos que te roben menos pero, al menos no te extorsionan con métodos delictivos ni arrebatan la vida para recuperar su dinero.