Juan Antonio Ilescas
Por los constantes hechos de sangre y violencia que han generado sindicatos transportistas, el pueblo de Trinidad de Viguera acordó en asamblea ya no permitir el ingreso de taxis foráneos y para garantizar la seguridad de los menores de edad, suspendieron clases en cuatro escuelas después de los hechos de violencia registrados ayer, que dejaron dos muertos y una decena de vehículos quemados.
Así lo dio a conocer el agente municipal de Trinidad de Viguera, Francisco Hernández Benítez, quien señalo que el Comité de Vigilancia Ciudadana de Trinidad de Viguera ha recibido amenazas después del acuerdo que tomó la asamblea.
Dijo que los sindicatos tienen sus intereses particulares que han llevado a la población a someterse, ante un panorama de abandono en materia de seguridad y el propio temor que generan las acciones de esos grupos que usan armas de fuego.
Explicó que en el enfrentamiento con armas de fuego que tuvieron Sindicato Libertad y CATEM, hubo caravanas con taxis que estuvieron recorriendo esa agencia municipal, poniendo en riesgo la integridad física de alumnos de cuatro escuelas de la zona.
Y ante los constantes llamados de auxilio al servicio de emergencia 9-1-1, que no fueron atendidos, el pueblo hizo sonar las campanas de la iglesia, luego de que personas involucradas en el enfrentamiento se resguardaron en la población.
Francisco Hernández Benítez, expuso que el pueblo de Viguera no es el responsable de los hechos de violencia, son los grupos de transporte que se han infiltrado en esa jurisdicción y por lo tanto el pueblo acordó ya no permitir el ingreso de taxis foráneos.