Arrebata COVID-19 una media de 16 años de vida a cada fallecido

Redacción —

De acuerdo a los resultados de la investigación que aparecen en la revista Scientific Report, se obtuvo que al momento, las muertes registradas en 81 países suman un millón 279 mil 866, señalando que el número de años de vida que se han perdido son entre 2 y 9 veces superior a los años que una persona promedio pierde a causa de una gripa estacional.

Según con el cálculo presentado por un equipo de científicos, tras revisar la diferencia de edades de las víctimas y la tasa de moralidad de cada país, en gran medida el coronavirus es responsable de arrebatar aproximadamente 16 años a cada uno de los fallecidos durante la pandemia.

Dicho trabajo fue realizado por variados centros de investigación y universidades de diversos países basándose en fuentes de datos públicos, como las recopiladas por Max Planck Institute for Demographic Research, World Population Prospects de las Naciones Unidas y el estudio Global Burden of Disease, en donde se ha calculado que la pandemia se ha llevado más de 20.5 millones de años de vida en los 81 países estudiados.

Ante esta cálculo a cada fallecido se le privan de 16 años declarando que casi la mitad de dichos años perdidos, el 44.9 por ciento se ha producido en personas de entre 55 y 75 años; el 30.2 por ciento en pacientes menores de 55 años y el 35 por ciento restante en mayores de 75 años, además de que en los países en donde se disponía de un recuento de muertes por género, el número de años perdido ha sido superior en hombres que en mujeres.

El estudio también compara las muertes asociadas del COVID-19 con otras causas a nivel mundial y comprobaron que esta causa es aún mayor a la gripe estacional, pero una cuarta parte comparada con las enfermedades cardiacas, ya que el investigador señaló que los países que se supone están más desarrollados concentran una mayor parte de los días de vida que se han perdido en adultos mayores del grupo de los 75 años.

Es posible que el perfil de edad de las personas afectadas por este virus cambie en la medida que pasan los meses, aunque el investigador insiste que los resultados deben ser interpretados en el contexto de una pandemia “que aún no ha terminado”.