Redacción
Con las mañanitas a la virgen de la Soledad, comenzaron los oaxaqueños desde temprana hora a rendir culto a la patrona de Oaxaca.
La Basílica de la Virgen de la Soledad en la capital del estado, se vio abarrotada de cientos de devotos que acudieron al amanecer a cantarle las mañanitas, llevarle ofrendas florales y veladoras para pedirle por salud, trabajo y bendiciones.
Una larga fila de personas pasaron por debajo de su manto y pedir a la virgen favores, como tradicionalmente se hace.
Como tradicionalmente se realizó una procesión de estandartes y relicarios del Santísimo Rosario de Antequera de Oaxaca, durante la madrugada, recorriendo las principales calles de la ciudad de Oaxaca.
Mientras que en la celebración participaron músicos y danzantes de la pluma de San Bartolo Coyotepec, quienes ofrendaron su arte a la virgen.
Se cree que la virgen de la Soledad, era trasladada en un cajón en el lomo de una mula a Guatemala, pero el animal se echó y ya no quiso avanzar más al llegar a la ermita de San Sebastián en Oaxaca.
Al abrir el cajón, se constató que contenía una hechura de Jesucristo Nuestro Redentor que representaba su gloriosa Resurrección y una cabeza y manos con rótulo que decía: “Nuestra Señora de la Soledad al pie de la Cruz…”
El obispo ordenó que el rostro y las manos de la Virgen quedasen depositados en la Ermita de San Sebastián, por haber ocurrido frente a ella el incidente de la bestia. Pronto adquirió cuerpo el proyecto de levantar una Iglesia para culto de la Virgen, precisamente en el mismo lugar donde había tenido lugar aquel suceso y así se convirtió en la patrona de Oaxaca.
Su fiesta fue considerada durante la época colonial una de las fiestas religiosas más importantes y poco a poco adquirió características propias, de tal manera que hasta el vestuario se conformó con elementos locales, que permiten identificar las regiones a donde se ha extendido el culto de la Patrona de los Oaxaqueños.