Ivonne Mateo
Después de viralizarse en redes sociales por actos de solidaridad como apoyar a personas de la tercera edad cuando buscan subir o descender de un autobús, o pedir a los usuarios que respeten los asientos asignados a personas vulnerables, Javier, conductor urbanero desde hace 40 años, señala que, lejos de buscar reconocimiento, le gustaría que las personas adopten su manera de ser.
Y es que el chófer del autobús A-047 de Tucdosa, lamenta que las nuevas generaciones ya no tienen respeto por los demás, pues refiere que le ha tocado ver a jóvenes y personas adultas que ocupan los asientos asignados a personas mayores o prefieren ignorar a las mujeres embarazadas o con hijos en brazos que están de pie en el transporte.
Sobre ello, Javier explica que siempre reclama y les pide ceder el asiento, sin embargo, muchas veces ha sido insultado e incluso, una vez fue reportado ante la Secretaría de Movilidad por una mujer que argumentó que ella ya había pagado su pasaje y tenía derecho a sentarse en donde quisiera.
A pesar de ello, el conductor que recibió reconocimiento en la comunidad virtual por su educación y nobleza, menciona que también guarda en la memoria momentos buenos, pues cuenta que una “abuelita”, le regaló dos manzanas sin que él se las pidiera, luego de que exhortó a una persona a cederle un asiento.
Javier, recuenta que ha tenido muchas experiencias positivas y también otras negativas, pero menciona y pide a la sociedad y a los servidores del transporte público, ser siempre pacientes y comprensivos, pues “no sabemos cómo nos va a ir más adelante”.