Redacción —
- La principal luz en el camino es contar con una vacuna pronto.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreysus, habla de «los destellos de esperanza que nos alientan ahora y en el futuro próximo», pues, pese a este «momento difícil para el mundo», «nunca es tarde para dar un vuelco a la situación».
Estas declaraciones se dan en medio de un panorama donde algunos países se apresuran a implantar nuevas medidas para intentar poner freno al coronavirus, una enfermedad que a día de hoy ya ha causado un millón de muertes en el mundo.
En torno a estas defunciones existe una probabilidad más baja de la real, pues solo tiene en cuenta los fallecimientos registrados desde finales de 2019, cuando el virus ya azotaba China, y ante la dificultad de algunos países para diagnosticar la COVID-19 o las muertes ocasionadas por ella.
Diez meses después de conocerse la aparición de este coronavirus y de que el 11 de marzo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia, el planeta sigue inmerso en la lucha contra la COVID-19.
La esperanza se basa en que en los últimos días se ha reducido el ritmo de contagios en el planeta, en la movilización de la comunidad científica que investiga contrarreloj vacunas, terapias y pruebas diagnósticas para hacer frente a la COVID-19 y en las medidas que adoptan los países para atajar la enfermedad.