Niños y jóvenes en el abismo de drogas

Juan Antonio Ilescas
El consumo y venta de drogas en escuelas secundarias y de bachillerato es una peligrosa realidad que enfrentan muchas de estas instituciones educativas.
Fumar mariguana, inhalar cocaína o consumir medicamentos como el dextrometorfano combinado con refresco, es para los jóvenes un acto de diversión y de falso empoderamiento, sin ver que se acercan al peligroso abismo de las adicciones.
En estas conductas hay una responsabilidad compartida de profesores y prefectos, que muchas veces se resisten a aplicar acciones contundentes, como el operativo mochila, mientras que por otro lado la responsabilidad de padres de familia que por el amor a sus hijos, se ciegan ante la realidad.
Así lo expone el psicólogo experto en atención a adicciones, José Rivera, quien señala que a partir de 2006, la población consumidora de drogas empezó experimentando el uso de sustancias ilegales a partir de los 15 años.
Sin embargo desde el 2015, se ha detectado que la población consumidora y adicta a las drogas comenzó a los 12 años y que las mujeres han tenido un repunte en este rubro.
En redes sociales circula un vídeo difundido por alumnos del Centro de Estudios de Bachillerato 6/12, ubicado en Etla, donde se festeja que un alumno inhale un polvo blanco, aparentemente cocaína.
El joven viste el uniforme de la escuela y sobre su teléfono celular mantiene una cantidad de polvo blanco y ante la pregunta hecha por uno de sus compañeros sobre el costo de la sustancia, le contesta que «de a 500».