Redacción
De las 150 plantas de tratamiento de aguas residuales que existen en Oaxaca apenas 25 operan correctamente, 30 funcionan de manera deficiente y 95 están abandonadas, de acuerdo a información de la Comisión Estatal del Agua.
Con 120 plantas construidas el problema se agudiza en 2011, cuando se planeó que las plantas sanearían casi un 40% de las aguas residuales que se generan en todo el estado y que acaban contaminando los ríos. Con una inversión de 215.4 millones de pesos se buscó ponerlas a andar sin embargo al final de la administración de Gabino Cué todo quedó en “Buenas intenciones”.

Y aunque a principios de año CEA planteó la preocupación del actual gobierno por poner a funcionar estas plantas, pues hasta ahora también todo ha quedado en “Preocupación”.
La infraestructura que se requiere en Oaxaca debe de tener la capacidad de sanear 2 mil 444 litros de aguas residuales que son las que se generan en Oaxaca por segundo. Y de esta forma evitar que los afluentes de la entidad se sigan ensuciando; pues recordemos que ríos como los Perros en el Istmo, el Atoyac o el Salado presentan ya un alto grado de contaminación.