Juan Antonio Ilescas
En los tres últimos años, los asaltos a cuentahabientes se ha convertido en una modalidad bastante redituable para la delincuencia que ha obtenido ganancias por cerca de 15 millones de pesos, pero también han dejado una estela de sangre y muerte.
“La delincuencia no solo tiene información que se filtra a su favor, también hacen trabajo de inteligencia y seguimiento”, sostiene una fuente policial de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) que pidió el anonimato.
El trabajo más efectivo para contener estas actividades ilícitas son los patrullajes, la prevención del delito en la calle, pues una vez consumados los delitos, es más complicado identificar y ubicar a los responsables.
Según la fuente informativa en Oaxaca están operando bandas de asaltantes que provienen de otras entidades, y en menor número, las bandas locales.
El asesinato de Miguel Napoleón, escolta de una empresa constructora, asesinado en junio del 2017 afuera de la sucursal Bancomer de avenida Periférico y Mier y Terán, en la ciudad de Oaxaca, es un ejemplo de la violencia con la que actúan las bandas criminales.
En el 2019, al menos cinco personas han resultado con heridas de bala al intentar resistirse al despojo de fuertes sumas de dinero retiradas de instituciones bancarias.
Por eso, el mando policial reitera la necesidad de trabajos de prevención al delito en las calles, para evitar la comisión de nuevos asaltos a usuarios de servicios bancarios.
Del 2017 a la fecha, en la ciudad de Oaxaca se han consumado alrededor de 17 asaltos a personas que realizaron retiros de fuertes sumas de dinero en instituciones bancarias.
