Redacción —
- Ni sol ni águila, auguran un buen futuro para México.
Prácticamente todo el planeta estará al pendiente de las elecciones de Estados Unidos este martes 3 de noviembre, pero sin duda el mejor espectador será México.
La estrecha relación migratoria y comercial con el país vecino, hace que quien gane estos comicios sea determinante para el futuro de la agenda bilateral entre ambos países.
México ha logrado posicionarse como el primer socio de EE.UU. como resultado de la reciente implementación del tratado comercial entre los países de Norteamérica (T-MEC) y, sobre todo, gracias a la guerra comercial que EE.UU. mantiene con China.
Mientras que los más de 3 mil km de frontera terrestre que comparte ambos países, hacen que trabajen juntos en la seguridad, al menos de esta zona pues, dicha frontera es la más transitada del mundo y foco estratégico para el narcotráfico.
Si gana Trump se sabe que recrudecerá sus medidas migratorios, pues es evidente que ni México ni América Latina le importan ni un ápice pues ni una sola vez, en sus casi cuatro años de mandato, Donald Trump ha realizado una gira por América Latina. Solo viajó a Buenos Aires con motivo de la cumbre del G-20 en 2018. En contraste, Barack Obama hizo 15 viajes a distintos países latinoamericanos, incluido Cuba, y George W. Bush visitó la región 18 veces.
Aunque es importante recordar que ni Bush, ni mucho menos Obama hicieron nada significativo por los migrantes, por el contrario durante el gobierno de Barack se deportaron más indocumentados que muchas otras administraciones.
Biden al ser exvicepresidente del gobierno de Obama se espera que, muy a lo discrecional siga reforzandode igual manera, las medidas migratorias, que no benefician en lo absoluto a los migrantes.
