Redacción MVM Digital
Con entusiasmo la ciudadanía oaxaqueña, cada año espera el 2 de febrero, ya sea para disfrutar de los tamales prometidos por alguien el pasado 6 de enero con la rosca de reyes, o para poder asistir a la misa celebrada en conmemoración de la Vírgen María de la Candelaria, la pandemia ha hecho que esta celebración no se haya celebrado como quisiéramos el año pasado.
Esta tradición se caracteriza principalmente por el hecho de que se consumen tamales, y se ofician misas, sin embargo, el significado de está festividad va allá de lo mencionado. En primer lugar, la tradición hace referencia a dos acontecimientos bíblicos, la presentación de Jesús en el Templo y la purificación de la Vírgen después del parto.
En ese sentido, el antiguo testamento marca el 2 de febrero con el día en el que se cumplieron 49 días del nacimiento de Jesús, lo cual significaba a su vez el fin de la cuarentena de la madre.
No obstante, está celebración también tiene orígenes prehispánicos y católicos, pues el calendario azteca marcaba este día como el fin de cumplir un ciclo agrícola el cual, era realizado en honor a sus dioses, la fecha coincidía con la presentación del niño Jesús, por lo que en el marco de las festividades en aquellas épocas, se elaboraban tamales como ofrenda para los dioses prehispánicos y para el niño Jesús.
Con esta información ahora sabes que no solo se trata de una festividad hecha para comer, sino que también trae todo un significado detrás.