Crea microempresa y evita la migración en su familia

Juan Antonio Ilescas

Con decisión y capacitación, Antonia García no solo logró unir a su familia, dispersada por la migración, también comenzó  un proyecto de trabajo que después de cinco años le permite a ella, su esposo e hijos contar con una microempresa que ahora va viento en popa.

Originaria de la Sierra Juárez, Antonia se convirtió en una pequeña emprendedora  tomando un curso de manejo y mantenimiento de duraznos.

Con fruta de la temporada, que adquiere  en comunidades de la Sierra Juárez y de otros destinos, inició en la fabricación de mermeladas cien por ciento artesanales; el resultado de su esfuerzo se vio cristalizado cuando su esposo regresó de los Estados Unidos de Norteamérica y decidió quedarse a apoyarla en la fabricación de esos productos.

Antonia recuerda que no fue fácil, pero con todo ese esfuerzo ha logrado unir a su familia y generar las condiciones para tener un empleo.

Juan Montes Vicente apoya las declaraciones de su esposa Antonia  y reconoce que por iniciativa propia decidió ya no volver a migrar, ahora trabaja al lado de su familia produciendo mermeladas.

Y señala que el durazno lo adquieren en la población de Nuevo Zoquiapan y San Matías, mientras que la guayaba y el tejocote lo compran en San Juan Chicomezuchil  y Nuevo Zoquiapan.

Otras frutas de temporada que utilizan en la elaboración de sus productos orgánicos, son la zarzamora y la fresa, que también les abastecen desde comunidades serranas.