Deimos Sánchez
Repiques de campanas, el olor a incienso y cantos como ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!, ¡Hosanna en las alturas! son cultos con los que los feligreses, conmemoran el Domingo de Ramos, fecha que marca el inicio de la Semana Santa y es donde se festeja la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén.
Este día es una celebración religiosa perteneciente al cristianismo. En Oaxaca, como cada año esta acción la encabeza el arzobispo de la Arquidiócesis de la Verde Antequera, esta vez le tocó en su primer año a Pedro Vázquez Villalobos, quien realizó la Procesión de Palmas del denominado Domingo de Ramos.
Previo a la procesión el jerarca de la iglesia Católica, ofició el principal acto litúrgico y durante la bendición de las palmas, pidió a los católicos vivir la Semana Santa con fe.
El recorrido, partió del atrio del templo de San Felipe Neri y culminó en la Catedral Metropolitana de la capital oaxaqueña. Hoy en muchos municipios de la entidad esta festividad se celebra en el templo católico, donde en procesión salen a encontrar a Jesucristo, posteriormente se dirigen a la Iglesia para realizar una santa misa.
Mientras estas festividades religiosas se realizan, cientos de artesanos se instalan todo el día afuera de los templos religiosos para realizar sus figuras de palma entre las que simulan crucifijos, coronas de cucharilla, cruces, en fin un sin número de adornos alusivos a la Semana Santa.
Palmas que para ellos y para muchos creyentes tienen un significado enfocado a alejar las tempestades, además de que recuerdan, las palmas y los olivos que los habitantes de Jerusalén batían y colocaban al paso de Jesús, cuando lo aclamaban como Rey y como el venido en nombre del señor.
