Juan Antonio Ilescas
Hoy se cumplió una semana de la explosión de una panadería en la colonia Moctezuma, en San Martín Mexicapan y, el panorama que ahí se aprecia es exactamente el mismo después del retiro de policías y bomberos; las familias afectadas siguen viviendo en la calle, pasando inclemencias del tiempo, esperando el diagnostico de autoridades que no aparecen para informarles si podrán seguir habitando sus domicilios afectados por la onda explosiva.
La única diferencia es el cansancio que empiezan a mostrar los vecinos, algunos han decidido comenzar por cuenta propia las reparaciones de los daños y después pasarán la factura a quien corresponda, pero otros carecen de recursos para esa tarea.
Por eso siguen insistiendo en la ayuda del gobierno estatal y federal para superar esta penosa situación que les afecta, pues la calle de Cuitláhuac se ha convertido en el sitio de morada, bajo la vigilancia de cuatro policías que tienen guardia permanente para evitar que gente extraña llegue a cometer saqueos.
Luis Hernández, principal afectado por la explosión reitera que perdió su centro de trabajo, que no sabe qué va a suceder y le preocupa muchísimo la situación de sus vecinos que resultaron afectados y para ellos pide ayuda.
Un grupo de vecinos afectados acudió a platicar con Luis, le hicieron saber la urgente necesidad de comenzar las reparaciones de sus casas dañadas, aunque esto tenga que correr a cuenta propia.
Sin embargo, no dejan a un lado el tema de la solidaridad, siguen apoyando con lo que pueden a los más afectados, pero la pregunta que se hacen es ¿Cuánto tiempo más permanecerán en esas condiciones?
