Santa María Chilchotla, orígenes y leyendas

El municipio de Santa María Chilchotla, se localiza dentro de la jurisdicción de la sierra mazateca, en el estado de Oaxaca. Está ubicado a 21 kilómetros de la ciudad indígena de Huautla, con quien mantiene una fluida comunicación.

Chilchotla en Nahuatl significa: “lugar de chile, picante”. Chil: picante; tlán: lugar. Y en mazateco se pronuncia Nda śo, que quiere decir “Agua espuma”.

Al sur de la población hay un pozo de donde brota gran cantidad de agua  en tiempo de lluvias, de donde sus habitantes se abastecen del vital líquido. Y fue en este manto acuífero, precisamente, en donde hizo su aparición Santa María Magdalena.

Platicando con las gentes caracterizadas del pueblo, ignoraron saber cuando apareció la Santa, ya que  solo escucharon de sus padres la versión de  este hecho insólito. Pero cuentan que todas las mañanas llegaba la Santa a sacar agua del pozo, y se la llevaba su larga cabellera, la extensa cabellera que un día secara los pies del Señor Jesús.

Refieren los viejos que María Magdalena es una mujer humilde pero muy hermosa, y cuando alguien se acercaba para verla, desaparecía. Las gentes pensaban que era algún fantasma y llegaron al grado de tenerle miedo. En el pueblo también vivía una persona muy humilde de nombre Nnalé ndoña  (doña Antonia) que a diario acudía por agua a ese pozo, cuando  de repente se le apareció la santa que infundía una gran confianza y un gran respeto, y a esta pidió que se le construyera  una choza en donde vivir, mientras se iba  con Nnalé ndoña en su chocita, y se la llevó con ella.

Sin embargo sucedió algo increíble: desde el momento de llegar a la casa de Soledad Antonia, la Santa se volvió estatua. Y hasta ahí las gentes del pueblo acudieron para llevarle flores, veladoras y a rezar, derramando sus lagrimas y lamentos.

Entonces Nnalé ndoña  pidió a los habitantes que le construyeran su capilla a la Santa, por lo que todos los habitantes cooperaron con palos, zacates y mecates, y parar la primera capillita. El pueblo organizó una gran fiesta, y fueron a traer a la Santa en la choza de Chole Toña, con música y cohetones, uniéndose personas de otros municipios vecinos.

Chilchotla era como la tierra prometida de la que nos habla el antiguo testamento, lugar donde emana leche y miel; era tierra caliente y se daba todo tipo de frutas y en abundancia, y por eso mucha gente de otros municipios llegó a este lugar buscando mejores condiciones de vida. De San Lorenzo, Santa Ana, San Antonio, Mazatlán Villa de Flores, San Mateo y principalmente gente de Huautla, así como mixtecos y Náhuatl.

Es por esta razón  que Chilchotla, en la actualidad, se hablan todos los variantes de la lengua mazateca. Mientras tanto, con el paso de los años nuestra Santa se fue empolvando ya que las gentes  no la tocaban ni limpiaban, por respeto y por que pensaban  que podría ocurrir un desastre.

Fue así que los ancianos y ciudadanos caracterizados  se reunieron para acordar a lo procedente y enviar a la Santa a la ciudad de Oaxaca, para que  los restauradores hicieran su trabajo a favor de María Magdalena. Una vez aprobado él diagnostico, le hicieron su nicho y en hombros se la llevaron a la capital del estado, caminando varios días con amor y fe ya  que no existían medios de transporte.

Ya una vez estando en la ciudad  de Oaxaca,  buscaron a un escultor para que reparara el deterioro, y el artista pidió a los Chilchotlecos un mes de plazo para subsanar los detalles de la Santa. Los mazatecos de Chilchotla obedecieron al escultor y regresaron al pueblo. Pero aún no llegaban a Chilchotla, cuando les avisaron que volvieran de urgencia a la capital Oaxaqueña, y estos regresaron al domicilio del escultor.

Ya reunidos los que habían llevado a la santa, el escultor les dijo que María Magdalena  no había sido hecha por hombres, pues tenía vida, ya que al momento de querer lijarla le salió sangre. Que ella había hablado  para que la regresaran lo antes posible al lugar de donde la habían sacado, de lo contrario sucedería una desgracia en la ciudad Oaxaqueña. Por eso los hombres de Chilchotla la regresaron, pero en un pueblo perteneciente en la Mixteca (no se sabe el nombre del lugar). Antes de llegar a dicho pueblo ignorado, la santa pesó mucho, tanto que ya no la aguantaron y allí pernoctaron en la noche para salir en la madrugada hacia la sierra mazateca. Pero  cuando la quisieron cargar no la aguantaron, y ahí se quiso quedar como patrona de ese sitio Mixteco, y ya que los principales Mixtecos dijeron que ese era el deseo de la Santa.