Rocían ácido a una saxofonista en Oaxaca

Fernanda Melchor

María Elena Ríos Ortiz pide justicia, debido a que hace 90 días, la vida de esta talentosa saxofonista mixteca, de 26 años, cambió de la noche a la mañana cuando, estando en su casa ubicada en la ciudad de Huajuapan de León, un hombre le roció ácido en el cuerpo. Se trata del primer ataque de este tipo documentado en Oaxaca y el cuarto a nivel nacional.

La joven es egresada del Conservatorio de Puebla y su último evento fue en el Primer Encuentro de Directores de Bandas de Oaxaca de este año.

Ella asegura que el responsable de la agresión es un empresario y exdiputado local, quien incluso la ha amenazado de muerte después del ataque, información que le ha proporcionado a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), pero este no ha sido detenido.

El ataque ocurrió el 11 de septiembre, mismo que dejó a María Elena con quemaduras de segundo grado y con una lesión en el ojo, por lo que se encuentra internada en el Hospital Civil Aurelio Valdivieso, donde le han realizado varias cirugías, ya que el ácido ha afectado varias partes de su cuerpo.

Luego de los señalamientos, el empresario identificado por María Elena como Juan Vera Carrizal inició una campaña de desprestigio hacia ella. A través de las redes sociales, usuarios se esfuerzan por desvincular al exlegislador de las acusaciones.

Además el exdiputado declaró para la radio local 88.5 FM que si bien la conocía, estos hechos no sucederían si ella tuviera un estilo de vida sano.

La desesperación de su familia es tanta que, cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó Huajuapan, acudieron ante él para pedirle ayuda.

El representante del Ejecutivo los escuchó e instruyó a una funcionaria quien daría seguimiento al asunto. Sin embargo, posteriormente la colaboradora alegó que este es un asunto de orden local e incluso bloqueó el número telefónico de los familiares de la saxofonista.

Los familiares mencionan que la artista no ha recibido la asesoría legal ni médica apropiada y argumentan que les han mencionado que el responsable se conduce en los “altos círculos del poder”, por lo cual buscan que organismos federales se encarguen de hacer justicia.

La desesperación aumenta porque para atenuar las heridas que el ácido dejó en gran parte de su cuerpo, María Elena requiere atención especializada que no llega.

Agencias