Marchas y manifestaciones han dejado un daño al patrimonio histórico de Oaxaca

Alexi Espinoza

Las marchas y manifestaciones de distintas organizaciones sociales en el centro de la ciudad, han dejado un daño al patrimonio histórico de Oaxaca, en ocasiones irreversible.

Pintas en las calles, en las paredes de canteras, engrudo y papeles pegados en el histórico kiosco del zócalo de la ciudad, son solo algunos de los daños que se pueden observar, que ocasionan gastos constantes para repararlos y que ahuyentan al turismo.

Esto, aunado al aspecto que ocasiona en un lugar considerado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, ver constantemente plantones, manifestantes, alcohólicos, y por supuesto el campamento permanente de los grupos de triquis que han hecho de la parte baja del palacio de gobierno, un centro comercial de esta etnia indígena oaxaqueña.

El gobierno del estado y municipal, poco o casi nada ha podido hacer por salvaguardar, de manifestantes y grupos “de lucha social”, el patrimonio histórico de los oaxaqueños y de la humanidad.