Redacción —
- Los estragos económicos de la pandemia podrían durar más de una década.
Como consecuencia de la crisis económica resultada de la pandemia de COVID-19, se estima que, cerca de 207 millones de personas podrían a las filas de la población que vive por debajo de la línea de pobreza.
Con estas cifras se elevaría a mil millones la cantidad de gente que estaría en esa situación en 2030, según cálculos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Estudios advierten que el costo del COVID-19, sobre todo en los países menos desarrollados, podrían llegar a comprender a más 50% de la población mundial en condiciones de pobreza extrema.
En 2020, las personas que viven con menos de 1,9 dólares al día aumentarían en 32 millones, lo que incrementaría la tasa de pobreza del 32,5 % al 35,7 %.
La proyección más pesimista prevé que el 80% de la crisis económica inducida por el COVID-19 persistiría diez años debido a la pérdida de la productividad, evitando el regreso al curso de desarrollo visto antes de la pandemia.
Los datos de la ONU indican los 47 países menos desarrollados representan menos del 1,3 % del PIB mundial pese a ser hogar de 1060 millones de personas. En 2019, el PIB per cápita promedio en esas naciones fue de apenas 1088 dólares en comparación con un promedio mundial de 11.371 dólares.
Aunque las proyecciones no necesitan extenderse tanto pues, se prevé que en 2020 la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años como resultado de las perturbaciones ocasionadas por la pandemia de COVID-19 (coronavirus) y agravadas por las fuerzas de los conflictos y el cambio climático, que ya estaban desacelerando los avances en la reducción de la pobreza, señaló hoy el Banco Mundial.