Juan Antonio Ilescas
La matanza de niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el Rey Herodes que buscaba deshacerse del niño nacido en el pueblo de Nazaret, se recuerda cada 28 de Enero como el Día de los Santos Inocentes.
Se dice que en la edad media, las celebraciones entre Navidad y Año nuevo eran tan descontroladas y escandalosas que la iglesia católica impuso la conmemoración del Día de los Santos Inocentes.
Sin embargo recordar cada 28 de diciembre ese episodio trágico de la religión cristiana se ha desvirtuado y desde hace décadas se aprovecha la fecha para jugar bromas.
Este tipo de bromas van desde pedir dinero que jamás devuelven a su dueño, hasta llamadas de auxilio a instituciones de auxilio o corporaciones policiacas.
«Inocente palomita que te dejaste engañar», es así como concluye la broma al hermano, al amigo, al compañero de trabajo o a quien se deje, dejando en el olvido el origen triste de esta tradición.