Redacción —
- La «Sacerdotisa de los hongos” murió en extrema pobreza.
El bisnieto de María Sabina García, Bernardino García Martínez, solicitó el apoyo oficial para poder exhumar los restos de su bisabuela, trasladarlos al que fuera su domicilio y montar un nicho digno de la que quizá fue en su momento la curandera más famosa del mundo debido a que usaba hongos alucinógenos en sus ceremonias de sanación.
De igual forma demando que se brinde la atención que se merece el nombre de su bisabuela, un verdadero museo digno de ella; la pavimentación del camino que conduce hacia su casa y que ha estado en el abandono.
María Sabina falleció hace 35 años, a las 2:45 de la madrugada del 22 de noviembre de 1985, a los 91 años de edad y en pobreza extrema debido a que solo recibía cosas que le llevaban sus pacientes a cambio de sus servicios.
La petición de exhumar sus restos la hizo García Martínez durante el homenaje luctuoso que le realizaron autoridades municipales de Huautla, Oaxaca, parientes y pobladores.
En ese sitio Sabina vivió y recibió a los que deseaban sanar y famosos venidos de todas partes del mundo que querían ser testigos de las prácticas hasta entonces guardadas celosamente por los indígenas mazatecos.
El dato:
María Sabina Magdalena García, fue convertida en una celebridad nacional e internacional, sobre todo entre las personas que pugnan por el uso legal y abierto de sustancias psicoactivas luego de que sus conocimientos tradicionales sobre el uso ceremonial y curativo de los hongos alucinógenos, fueran difundidos por el banquero y micólogo amateur Robert Gordon Wasson. La curandera llamaba «niños santos» a estos hongos que crecían en la región oaxaqueña.